domingo, 30 de septiembre de 2012

PSIQUIATRIA FORENSE RESUMEN LIBRO

PSIQUIATRIA FORENSE

La obra Psiquiatría Forense que hoy se presenta, no se limita a lo que reza su título, va más allá. Nos pone, a los médicos, delante de nuestro lamentable desconocimiento de las leyes, en lo relativo al ejercicio profesional, y de paso nos remite -que no está demás- a nuestro poco frecuentado Código de Deontología Médica.

Pero, yendo al objetivo propiamente dicho de la obra, nos hallamos ante un intenso y profundo análisis de los intrincados vericuetos en que la psiquiatría se sumerge cuando tiene que vérselas con la Dama de los Ojos Vendados para responder a todas las consideraciones relacionadas con algo tan subjetivo como es el punto de quien es imputable y hasta donde, y sobre todo, de cómo podemos estar seguros de si lo era en “el momento de ocurrir los hechos……”

Leyendo este libro, podemos descubrir cuan a la ligera los médicos en general hacemos nuestro trabajo basados exclusivamente en la preparación clínica y apoyados en nuestra intención primitiva de ayudar.

Resulta que con más frecuencia de lo que desearíamos, nos hallamos en medio de situaciones de potencial peligro debido a nuestra ignorancia de la ley.

Es por todo esto que considero la lectura de Psiquiatría Forense, no sólo obligatoria para psiquiatras, sino para cualquier médico que quiera conocer mejor el terreno que pisa.

El eventual lector estará preguntándose porque no he hablado de los abogados. Esto no obedece a ningún motivo en especial. Simplemente se trata del azar, dirigido, claro que por las circunstancias, de serme más frecuente hablar de y a los médicos.

En realidad, desde el punto de vista de los juristas, resulta sumamente conveniente y oportuno, el que estos cotejen el antiguo léxico que manejan los códigos con la moderna terminología psiquiátrica y las nuevas técnicas tanto diagnósticas como terapéuticas. Se deja ver que es imperativo adaptar nuestras leyes a los tiempos actuales, ya que si bien jueces y abogados pueden muy bien estar al día en psiquiatría, se ven tal vez limitados a regirse por unas leyes anacrónicas que por lo visto no han sido actualizadas.

Podríamos quizás resumir esta presentación diciendo que este es un libro cuyos aspectos psiquiátricos son para abogados y cuyos aspectos legales son para médicos, todo esto sin dejar de lado que cualquier lector interesado en las complejidades del ser humano puede hallar capítulos, como el relativo a la responsabilidad y la culpa, sumamente enriquecedores.

Si nos adentramos en los detalles del trabajo, encontramos que, por ejemplo, en lo tocante a la esquizofrenia, Sánchez hace una serie de precisiones que siendo tal vez muy trajinadas por los psiquiatras, vienen al punto para abogados y jueces, al discriminar entre conciencia, lúcida o no, y alteraciones del contenido del pensamiento, las cuales pueden dirigir la conducta del esquizofrénico sin que éste sea responsable de los hechos.

Un tipo de paciente especialmente interesante, desde el punto de vista forense, es el llamado psicópata o sociópata y también el de personalidad antisocial. En el capítulo relativo a criminalidad y psiquiatría, el autor nos hace un interesante análisis de las hipótesis de Lombroso a la luz de las modernas teorías sobre las psicopatías y las sociopatías y nos deja con una vaga sensación en torno a lo que los antiguos, de una manera intuitiva quizás, se acercaron bastante y que ahora parece ser la vía para entender este tipo de comporta miento.

El autor combate en general la idea de que si hilamos fino, nadie tiene la culpa de nada  porque todo o se hereda o se aprende en la familia o en el ambiente: El hombre como animal racional se cae por tierra y lo que antes atribuíamos a posesión satánica ahora, más científicos, lo achacamos al inconciente, pero el resultado es el  mismo: La inimputabilidad.

Para concluir, debo decir que Sánchez Lizausaba ha escrito un profundo libro que no por serlo deja de ser ameno y muy fácil de leer.

Prof. Camilo Silva Madriz
Unidad de Psiquiatría
Universidad de los Andes
Mérida – Venezuela
Agosto, 1994

En este año 2008 presentamos lo que puede considerarse una nueva edición corregida y ampliada, hemos incluido nuevos temas y hemos disfrutado de la colaboración involuntaria de muchos autores, bien sea a través de publicaciones o de esta maravilla que ahora disfrutamos que es el INTERNET. Pido disculpas si en algún momento no he sido tan ortodoxo como se debe al citar alguna bibliografía, pero debo decir que todos los citados nos han ofrecido material enriquecedor basado en sus experiencias y sabiduría. También necesito agradecer a todos los que me impulsaron a realizar este esfuerzo, debo hacer mención especial del abogado criminólogo Alfonso León Avendaño (Caracciolo) que no sólo me estimuló y motivó, sino que me concedió literatura y materiales de apoyo, que enriquecieron esta obra  que ofrecemos a la consideración de  los interesados.

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